HISTORIA DE CHOSICA
1.- Historia de sus orígenes.
A.
El valle del Rímac, singular escenario
geográfico del actual desarrollo sorprendente de la ciudad de Chosica, capital
del distrito de Lurigancho del departamento de Lima, hilvana en su pasado
histórico, notables signos de confluencias de diversos horizontes culturales
desarrollados a los largo del territorio peruano en milenios de años,
transcurridos desde la aparición del hombre en suelo peruano.
Nuestro
territorio, dividido clásicamente en 3 grandes regiones naturales: la costa, la
sierra y la selva, presenta marcadas diferencias. De ellas "la costa es la
faja estrecha, tendida a lo largo del litoral, desde el Océano Pacífico hasta
el nivel inferior de la Cordillera de los Andes, esto es desde los 0 metros
hasta los 1500 metros de altitud"
En esta costa de 3,080 Km. De
longitud de litoral, destacan 52 valles o quebradas fluviales alimentadas por
las aguas de ríos que descienden de las vertientes de la cordillera Occidental
de los Andes. Una de estas, constituye el Valle del Rímac que se extiende desde
el litoral del pacífico, hasta la confluencia de las estribaciones de la
Cordillera Central de los Andes, delimitada por dos montículos de cerros
-derecha e izquierda- que corren paralelos al río Rímac, cuyas aguas alimentan
este abanico de territorio.
Estación del
Ferrocarril Central.
Chosica vieja - 2002
B.
El Rímac nace en las estribaciones andinas a más
de 5000 m.s.n.m. en el nevado de Ticlio, el paso más alto del mundo, así como
las filtraciones de numerosas lagunas naturales, conformadas en las alturas de
San Mateo y Casapalca.
El río Rímac,
cuyo nombre significa "Río Hablador", en su curso superior forma un
impresionante cañón del Infiernillo, aguas arriba de San Mateo. En la costa,
forma un dilatado valle de forma de abanico, donde se emplaza la ciudad de
Lima, capital del Perú, que es atravesada por sus aguas hasta la desembocadura
en el Océano Pacífico, en la Provincia del Callao.
Este río tiene
como afluente principal al río Santa Eulalia quien recibe las aguas de la
vertiente del Atlántico, procedente de la laguna de Marcapomacocha, aguas que
sirven para impulsar varias centrales eléctricas y alimentar Lima, previo
tratamiento de la planta de potabilización de la Atarjea.
En la parte
central de este valle, se localizan diversas ciudades modernas como Matucana,
Ricardo Palma, Chosica, Chaclacayo y Vitarte que vienen logrando un gran apogeo
en su desarrollo urbano y comercial, punto estratégico nexo entre la costa y
sierra central del Perú.
Casona de la Estación
del Ferrocarril
Chosica
vieja - 1921
C.
Perfilar la historia de los orígenes de vida
humana en este valle de Rímac es perfilar la historia del Perú que forma parte
a su vez de la historia universal, porque la historia del hombre así como su
destino es uno solo en la tierra.
Y refiriéndose
al Perú, dice José de la Riva Agüero, "es un país de sincretismo y de
síntesis, en el que diversas regiones penetran y en el que las razas se
mezclan"
Con esta
concepción, trataremos de unificar y homologar concepciones, criterios,
información de documentos de trabajo y tesis formuladas por diversos estudiosos
peruanos de la cultura andina, tales como: Julio C. Tello, Emilio COI, Jorge
Muelle, Luis E. Valcárcel, Guillermo Lumbreras, entre otros.
Es objetivo de
este proyecto cultural editorial, ofrecer a nuestra juventud y generación
presente, el conocimiento de nuestra historia, para comprender lo que hemos
sido y continuamos siendo; para reflexionar sobre lo que fuimos y hemos dejado
de ser y lo que aspiramos para nosotros y para la patria, el Perú.
Refiriéndose a
esta temática axiológica, el notable historiador peruano Pablo Macera, expresa:
"Solo al saber lo que fuimos y somos podremos proyectar nuestro
pensamiento, nuestros ideales morales y nuestras acciones concretas para
construir desde el presente histórico en que vivimos un futuro mejor para
todos". La historia es una forma de preparar el futuro.
"El
Aquicito", Ciudadela Mágica de los Andes.
Chosica, Moyopampa -
1935
D.
De
acuerdo a los estudios geológicos y de glaciación efectuados por numerosos
estudios, especialmente de Augusto Cardich así como de las investigaciones de
los paleo ambientes, el hombre en el valle del Rímac habría "aparecido
probablemente a fines del Pleistoceno" e inicios del Holoceno, siendo
cazadores y recolectores, incrementando luego sus actividades con la pesca del
mar, pero sin dejar su territorio interior.
Posteriormente
pasaron al semi-sedentarismo con la adopción del cultivo y la formación de
agrupaciones, dando nacimiento a las aldeas que se convirtieron en centros
ceremoniales de adoración a sus dioses tal como se puede comprobar de los
restos que quedan a lo largo del valle del Rímac, como Santa Inés, Moyopampa,
San Pedro de Mama, Cajamarquilla y Puruchuco.
Las
investigaciones arqueológicas en el Perú realizadas en los últimos años,
arrojaron novedades y precisiones sobre este tema y han sido presentadas por el
historiador Jorge E. Silva en Perú Antiguo-Tomo II en 1982. A lo largo de este
trabajo, encontramos la mayor aproximación sobre el tiempo de estos
asentamientos humanos de la costa central y especialmente del valle del Rímac,
materia de nuestra investigación.
Silva expresa
que la costa central (Lima) alberga asentamientos humanos cuyo origen responde
a la etapa "informativa", con características integradoras
sustentadas en la extracción marina así como la agricultura y que adoptaron un
sistema sociopolítico integrador facilitado por la cercanía de los valles y el
control ejercido por los centros ceremoniales.
Por su parte
Rogger Ravines y William Ysbel en 1975, "reconocen la existencia de
interacciones multivalle con los centros ceremoniales competitivos hace unos
2000 años a. C. Plantean esta situación partiendo de los datos provenientes de
Garayar y postulan un mecanismo de lazos vinculados con la actividad económica
y religiosa en diferentes centros ceremoniales situados en los valles de la
costa central."
Refiriéndose a
esta tesis, Silva concluye afirmando "que el modelo que proponen incluye
una élite que recibía los servicios de la comunidad y que tal posición está
investida de complejas interrelaciones económicas que rebasó la actividad
extractora del mar para incorporar a la agricultura los terrenos cercanos a los
ríos". Además debieron existir asentamientos significativos no sólo en el
litoral sino también valle adentro. Tal posibilidad se comprueba con los
asentamientos de los ríos de habitación en el fundo Vásquez, Huachipa,
Jicamarca y Ricardo Palma.
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